DIVAGACIONES SOBRE LA FEMINIZACIÓN FORZADA.

 Ponencia presentada en el Evento “Días de transgénero II” organizado por el grupo Eon, en el IMESEX en el año 2000 en México.



DIVAGACIONES  SOBRE LA FEMINIZACIÓN FORZADA.

Por Alejandra Zúñiga y Anxélica Risco

 

¿Qué es la feminización forzada? Podemos definir la feminización forzada como una serie de eventos que se dan en la relación entre por lo menos dos personas. Una, el Varón  que será el feminizado y la otra, la mayoría de las veces una mujer, que será la feminizadora o el feminizador. Diría que básicamente es una representación en donde el varón “víctima” es obligado, forzado a travestirse o a representar el papel de una mujer “contra su voluntad”. Podría considerarlo en primera instancia una fantasía lúdica que al ser escrita en forma de anécdota o cuento llega a constituir un subgénero literario. Se trata bien de una especie de juego.

            En internet actualmente son cientos los relatos que podemos encontrar de este tipo, los matices son diversos, algunas circunstancias cambian, los hay para todos los gustos, claro, siempre y cuando el lector o lectora guste de tal tipo de fantasías o relatos. Para quien no tenga tal gusto o no se haya acercado nunca a tales historias, en algún momento pudiera encontrarlos indignantes, ofensivos, raros o extraños. Se requiere de cierta introducción al abordar estos relatos. Por lo que trataré de dar algunos pormenores.  Primero dejar muy en claro que se trata de una fantasía y que debe ser valorada como tal. En segundo lugar, tales situaciones no son intrínsecamente causa o génesis del desarrollo de personas transgenéricas. Es decir, no es regla, que si a un varón se le traviste, necesariamente se vaya a convertir en una persona transgenérica. Tercero, situaciones como las presentadas en estos relatos pocas veces se presentan en la realidad y cuando lo hacen difieren en partes esenciales de los relatos imaginarios. A menos que se trate de llevar a cabo la realización de tales fantasías lo cual suele ser un acto consensuado entre adultos dispuestos.

 

Hemos dichos que las feminizaciones forzadas pueden variar, las hay con feminizados, niños, adolescentes, y adultos. Las hay desde contextos tiernos hasta contextos de fuerte erotismo y sexo explícito, desde la sutil dominación psicológica hasta el más crudo sado pasando por toda una gama de expresiones comportamentales de la sexualidad.

 

 

Aunque los matices varían encontraremos ciertos elementos en común que utilizaremos para explicar la dinámica de tales relatos.

 

LOS PERSONAJES.

El feminizado: Diría que se trata de un varón, de edad variable, con un rígido estereotipo masculino, falto de carácter en ocasiones, un tanto acomplejado; arrogante o bravucón en otras. Aquí encontramos, niños, hijos, sobrinos, escolares, empleados, novios, esposos, esclavos, amantes, etcétera.

 

La feminizadora: La mayoría de las veces se trata de una mujer, Aquí la gama va desde las dominantes familiares, las tías, las primas, las sobrinas, la madre cariñosas en ocasiones, crueles en otras; a las mujeres con autoridad, institutrices, maestras, jefas, juezas; a las mujeres seductoras, desde las amantes, las esposas, las amas o dominatrices que en ocasiones incluyen a su propia madre como cofeminizadora. La imagen que ostentan puede variar desde la de una imagen conservadora y estereotipada de la feminidad hasta la imagen de la seductora vampiresa con todos sus fetiches.

 

Otros personajes: Generalmente personajes complementarios no estrictamente necesarios, como otras feminizadoras,  otros feminizados,  algunos amantes varones que son proclamados como verdaderos hombres y que en ocasiones poseerán al feminizado  y en general,  otras mujeres y varones en general cuya función es básicamente burlarse o poner en evidencia al  varón feminizado.

 


LOS ELEMENTOS DE LA FEMINIZACIÓN

La coacción  que es la forma en que la feminizadora persuade u obliga al varón a asumir la imagen femenina

 

La justificación que es parte de la coacción, es la razón por la cual la feminización debe ejecutarse.

 

La asignación.- que es en conjunto la identidad femenina o seudofemenina que se le da al feminizado, por medio de atuendo, de un nombre, y de instrucciones para una conducta en particular.

 

El chantaje que no siempre coincide con la coacción.

 

El vínculo del poder.- que es lo que mantiene obligado al feminizado al poder de la feminizadora. RESPONDE A LA PREGUNTA ¿POR QUÉ OBEDECE EL FEMINIZADO?

 

Las tareas.- son labores que se encomendaran al feminizado, para remarcar su imagen femenina, marcar su dominación, como requisito de su liberación, o como humillación.

 

La humillación.- que puede ser ocasional, reiterativa, implícita o explícita. La principal es el hecho de saberse feminizado y expuesto, a ésta pueden sumarse muchas otras

 

Las sanciones. – que son los elementos y acciones por lo cuales el feminizado va cayendo dentro de la espiral que lo conducirá progresivamente a una feminización mas profunda.

 

La promesa, que puede ser parte de la coacción para después constituirse en la esperanza de salir de la espiral.

 

El escenario.- que es el marco de la historia, los lugares, las ocasiones, etcétera.

 

La ganancia.- Un elemento escurridizo que tenemos que indagar en distintos niveles.

 

LA HISTORIA.

Introducción.- usualmente un breve relato que nos permite familiarizarnos con los personajes y con el escenario. Ejemplo.

PRINCESA

Por Parker. Traducción y adaptación por A. Zuñiga.

Steven Murdoch es un poco menos que un nerd, un joven preparatoriano, de complexión delgada, tímido, un tanto acomplejado, que recién se acaba de mudar a la ciudad de Greenwood y se siente muy afortunado de poder salir con Janice Sweet que es una de las chicas más atractivas y populares de su escuela.

 

Janice fue novia de Biff Hammond, capitán del equipo de americano y durante más de un año fueron la pareja ideal, la chica más linda y el chico más guapo, hasta que hace poco Biff la terminó en la cafetería de la escuela delante de todos. Steven se acerca a la triste Janice y aunque al principio es rechazado, pronto hablan como si fueran buenos amigos. Y en las semanas siguientes, pasan mucho tiempo juntos, mientras Steven le ayuda a Janice con sus tareas escolares.

 

Dominación.- se plantea la justificación o la coacción, y personaje es travestido parcial o totalmente y se da la asignación.

Sin creer en su suerte, Steven es invitado por Janice a una fiesta de disfraces en Halloween, su primera cita con ella. Steven piensa que es como un sueño hecho realidad, como un cuento de hadas donde él es el príncipe, aunque no todo saldrá como el piensa.

 

Pese a sus objeciones y protestas es persuadido bajo promesas de una recompensa erótica posterior a usar un disfraz de chica, mientras Janice, caracterizada como varón se adelanta para ayudar a la anfitriona de la fiesta, Cindy.

 

El incauto Steven llega a la fiesta y va descubriendo horrorizado que en vez de la supuesta fiesta de disfraces se encuentra en medio de una fiesta común y él está vestido como chica, Janice le explica entre lágrimas que hasta el último momento Cindy cambio de idea sobre la fiesta y no le había avisado, ella trató de prevenir a Steven por teléfono.

 

Él recuerda que oyó el teléfono sonar, pero no lo contestó porque estaba en casa de Janice ensayando su papel y pese a las disculpas de Janice por el error se verá inmerso en la confusión, había sido presentado como “Stephany”, la chica nueva en el pueblo y obligado a mantener ese papel.

La espiral.- Abarca la mayor parte del relato. Aunque el feminizado pueda aparentemente liberarse de su cautiverio y haya promesas para ello, cada vez acaba siendo más comprometido, más chantajeado, más sancionado y progresivamente humillado. Las tareas que se le encomiendan resultan imposibles de cumplir por lo que tendrá que ser sancionado. Se manifiesta en pleno el vinculo del poder.

Aparentemente nadie se había dado cuenta de la farsa, la situación se irá complicando hasta que “Stephany” es acosada por Biff el celoso exnovio de Janice, está le sugiere que para evitarse problemas siga con la farsa y baile con el malhumorado y tomado Biff.

 

Quien no solo no se aparta de ella, sino que la presenta con todos los estudiantes sobresalientes en la fiesta y Steven se ve obligado a inventar y contar una historia de quien es, sólo se le ocurre contar su propia historia, la de su vida, la de Steven solo que como si fuera Stephany.

 

Si nadie se había fijado en el tímido Steven, ahora Stephany es conocida por todos los que son alguien en Greenwood High. Mareado por las copas e intimidado por los acosos de Biff es sorprendido y besado, para ser aún más sorprendido en un momento muy comprometedor por la cámara furtiva de Janice. La verdad se va descubriendo.

 

Esta es la venganza que Janice planeó contra su exnovio Biff, por haberla botado públicamente, delante de éste no sólo desenmascara al aterrorizado Steven, que siente que su vida ha terminado ante la creciente ira del fortachón Biff, al verse burlado por el ocasional y persuadido travesti, pero la venganza de Janice no acaba aquí, Amenaza a Biff con contar todo y enseñar las fotos, si se atreve a dañar a Steven y para mantener su discreción impone sus condiciones, tendrán que hacer todo lo que les pida.

 

Primero obliga a “Stephany” a hacerle sexo oral al consternado y preocupado Biff, éste tendrá mucho que perder si se sabe que estuvo besando a un hombre vestido de mujer, pues todos en la fiesta lo vieron bailando, besando y propasándose con “Stephany”. La principal petición de Janice es que, Biff tendrá que mantener a Stephany como su novia y abstenerse de ver a otras chicas por lo que resto del año. Así como evitar a toda costa que se descubra el secreto de “Stephany”.

 

El pobre Steven como víctima involuntaria se verá obligado a mantener su papel. A partir del siguiente día, es adiestrado por Janice, quien le asesora para que se compre un nuevo guardarropa femenino y se perfore los lóbulos para usar aretes. Todos los días muy temprano Steven debe pasar a la casa de Janice quien se encarga de vestirle, de arreglarle y de indicarle como deberá actuar y hablar.

Janice decide que con su aspecto y con un novio como Biff la personalidad que le va es la de una rubia cabeza hueca, que ríe mucho y saborea goma de mascar. Se las arreglan para registrarle en la escuela como chica y Steven Murdoch desaparece de los registros escolares para aparecer como Stephany Murdoch, además es inscrita en la clase de economía doméstica y otras similares, como una compañera, más de Janice.

 

Al principio solo ve a Biff cuando Janice les obliga, pero más tarde Biff parece tomarlo con filosofía e invita a Stephany al autocinema. Ante el regocijo de Janice que viste primorosamente a Steven como un “pastelito” para su primera cita real. Steven se percata de que a Biff no le gusta salir con un chico disfrazado de mujer, pero disfruta del sexo oral que le obliga a practicar.

 

Steven y Biff nunca hablaron realmente de lo que Janice les hizo y la única que vez que Steven se atrevió a tocar el tema usando su verdadera voz fue golpeado duramente en el estómago por lo que se abstiene de volver a mencionar el tema. Llega a la conclusión de que Biff estaba haciendo un gran esfuerzo para pensar que “Stephany” es realmente una chica, piensa que es la única manera en que puede manejar lo que estaba pasando y lo que Janice le ha hecho, aunque para Steven es imposible olvidarlo...

 

Tiempo después como una forma de cubrirse las espaldas si todo se supiera, Biff obligará a Stephany a tener relaciones con otros chicos, así, si la verdad se sabe no será el único comprometido.

 

Ante las objeciones de Steven de que eso hará que se descubran, pues los chicos no se conformaran con besos y sexo oral. Biff encuentra la solución iniciando a Stephany en el sexo anal; nuevamente ante el regocijo de Janice, quien le hará usar dildos anales para que se vaya acostrumbrando y esté preparada para sus nuevos “novios”. Janice le compra un nuevo guardarropa que vaya acorde con su nueva imagen como buscona.

 

Con los rumores que Biff difunde pronto Stephany encuentra mucha acción, al principio le resulta doloroso, con el tiempo se va acostumbrando y en alguna medida resignando. Aunque Biff le instruye de cómo montar todo un numerito para sus amigos, gimiendo, gimoteando, jadeando, gritando sus “orgasmos”, nada de eso le gusta a Steven.

 

Cuando llega a una fiesta todo se vuelve rutinario, de inmediato su apariencia llama mucho la atención, toma un par de tragos para adormecer sus sentidos y por el resto de la noche será abordada por cualquier número de chicos que la conduzcan a la recamara al baño o a cualquier otra parte donde les hará el sexo oral y dejará que la tomen analmente mientras gime y actúa su parte apropiadamente, el sabor del semen todavía le hace sentir enfermo.

Desenlace.- Revela el destino final del personaje, usualmente su feminización total, la reducción de sus vestigios de voluntad y de su identidad masculina. En ocasiones la sumisión, el servilismo, la esclavitud. En ocasiones un adquirido gusto por su feminizado destino, o la resignación sin esperanza, en muy contadas ocasiones, la liberación de su cautiverio.

Han pasado seis meses. Ahora Stephany es porrista, de esa manera puede pasar más tiempo con el equipo de futbol. Sigue siendo la chica de Biff, aunque Janice ya perdió el interés en su exgalán. Ya tiene otro novio por lo que prácticamente se ha desentendido del asunto.

No obstante Biff no le da oportunidad a Steven de cambiar y aunque lo hiciera, muchos chicos en la escuela han tenido relaciones con “Stephany” y sería un “suicidio” si cambiara ahora, Steven está atrapado, encasillado como Stephanty la chupapollas... la ramera anal, la ramera más popular en Greenwood, por lo menos hasta que termine el año.

 

Es día de san Valentin, Stephany espera en casa de Janice a que Biff pase por “ella”. Viste lo que Janice llama su traje de ramera, minifalda de piel, zapatilla y top, no usa panties, solo un arnés que mantiene su pene oculto y aplanado contra su estómago, y por supuesto mucho maquillaje.

 

Tal vez, Biff le haga hacerle el sexo oral antes de irse con su verdadera cita, tal vez no, no importa habrá mucho de eso más tarde. Después le dejará sola en la fiesta, pero no estará sola por mucho tiempo, nunca lo está...

Fin

 


¿DESDE CUANDO EXISTE LA FEMINIZACION FORZADA?

            Aunque podemos encontrar elementos desde épocas muy antiguas bajo diversas motivaciones, considero que el tipo de fantasías que estamos tratando son mas recientes, Algunas fuentes las ubican a finales del siglo pasado, durante la época victoriana, al parecer era una práctica común en algunos países como Inglaterra, el someter el carácter voluntarioso de los niños disciplinándolos, haciéndoles usar ropa de niña. Ya en los principios de este siglo encontramos una novela con todos los elemento que enunciamos se trata de la anónima Miss High Heels.

 

¿GUSTAN LAS TRANSGENÉRICAS DE ESTE TIPO DE HISTORIAS?

            En su estudio pionero en la década de los 60´s Virginia Prince, consignaba que de su muestra de 166 travestis, sólo de un 18 a un 22 gustaban de este tipo conductas. En nuestra experiencia en el grupo Eon, no contamos con estadísticas pero hemos concensado que algunas de nosotros nos resultan agradables mientras que a otras le son indiferente, desagradables o incomprensibles.

 

 

            ¿Cuál es el atractivo que encontramos en estas historias?

            El primero es que nos gustan, otro es que en el caso de una servidora las encuentra altamente excitante tanto emocional como sexualmente. Durante mi infancia y buena parte de mi adolescencia fantaseaba despierta con tal tipo de fantasías, en ese entonces, pensaba que era la única criatura del universo que fantaseaba con tales cosas, fue grande mi sorpresa al descubrir que existía prácticamente un subgénero literario y que había otras y otros que gustaban de ellas.

 

¿POR QUÉ RESULTA PLACENTERO VER “SUFRIR” A UN VARON LA FEMINIZACIÓN?

A ciencia cierta lo ignoro, pero puedo aventurar algunas hipótesis, La primera es que me inclino a creer que este tipo de relatos son escritos en su mayoría por personas transgenéricas aceptadas o no. Cuando yo fantaseaba con todo esto de niña de hecho me consideraba un varón al que le gustaban las mujeres. Es decir me consideraba un varón hetero, ahora que me considero una mujer trasgenérica o transexual, me siguen gustando las mujeres y he descubierto que me siguen gustando las feminizaciones forzadas pese a que durante mucho tiempo las ignoré.

 

Considero que podemos analizarlo en tres niveles

Primero el nivel de la historia, segundo, el nivel de quien lee o las escribe y tercero, el de los elementos simbólicos u ocultos en de quien lee o escribe.

 

El primer nivel el de la historia. Cual es la ganancia de los personajes.

El feminizado es una especie de personaje trágico, desde el principio de la historia sabemos que va a acabar feminizado, no importa lo que haga, no importa cuanto luche o se resista, su destino está sellado y tal parece que será sufrir todo el proceso de feminización y sus secuelas. ¿Nos podemos regocijar o disfrutar de tal suerte de esta víctima? ¿Hay alguna ganancia en su infortunio? En algunas historias en apariencia no hay ninguna ganancia para el feminizado y pueden dejarnos un sabor desagradable.  En otras, puede obtener una benevolencia parcial de su ama, sea amor, cariño, aceptación, erotismo, sexo, o algún tipo de bien material o psicológico, en contadas ocasiones el aprendido y obligado disfrute de su feminización

¿Qué gana la feminizadora? En la historia gana un juego de poder que ya había ganado desde el principio, es ella o él la soberana absoluta, su voluntad y deseos son ley para el feminizado. Todo lo demás son ganancias secundarias, como amantes, bienes propiedad del feminizado, esclavas o sirvientas. Una persona sumisa otrora rebelde y difícil de controlar.

 

En el segundo nivel encontramos como lectoras o escritoras que deseamos ver al personaje ¿principal? Sometido, humillado en su feminidad impuesta en contraste con su masculinidad, feminizado en distinto grado según nuestras preferencias y gustos personales. Teniendo que asumir una conducta que le resulta sumamente comprometida y desagradable, pero que nosotras como espectadoras disfrutamos y hasta suspiramos por ella, aunque en la vida real tal vez no aceptaríamos en nosotras mismas. Me parece que disfrutamos con cada avance que da la femininadora para sojuzgar a su “víctima”.

 

 

En el tercer nivel, tenemos que preguntarnos.  ¿Qué tan forzada es la feminización forzada? Vamos a encontrar que siendo realistas los intentos del feminizado de resistirse son un tanto chambones, realmente no hay lucha sólo una tímida resistencia en ocasiones, Los psicoanalistas dirían que en el fondo el feminizado coopera  porque realmente desea la feminización, pero no se atreve a buscarla, el delegar esa responsabilidad en otro o en otra le permite mantener su integridad psicológica, después de todo puede decir, yo no busque que me hicieran esto, me lo hicieron contra mi voluntad. Han sometido mi voluntad y mi identidad de hombre. Pero es incapaz de reconocer que en el fondo ha obtenido lo que quería desde el principio.

            Podemos entender entonces porque nos complace ver al feminizado sufrir su calvario, porque en el fondo se lo imponemos, porque nos gusta, porque tal vez no aceptamos que lo que le obligamos (o la feminizadora le obliga) es algo que queremos que nos hagan pero no nos atrevemos a hacer y nos resulta más agradable dejarle esa tarea a la feminizadora que además siempre tiene algún atractivo, especial, tal vez la belleza, una sexualidad, un personalidad atractiva, una autoridad o la capacidad de colmarnos de cariño o amor, en sus términos por supuesto. En el fondo de cada lectora o lector de FF hay tanto un feminizado como una feminizadora, con los cuales nos identificamos en distinto grado.

 

 

ALGUNAS DE LAS VARIANTES

El los relatos con claras connotaciones sado masoquistas, la feminizadora asume la apariencia del Ama, Domina, Mistress o Dominatriz, con toda la personalidad de una femme fatal atuendos fetichistas hipersensuales, ropa ajustada y provocativa, lencería fantástica. Cuero negro, altas zapatillas con tacones de hasta quince pulgadas.

 

 

Para el feminizado hay ciertos estereotipos clásicos, como la doncella francesa, la puta, la esclava sexual, la niña bien, la bebé, la sissy que es toda una institución, y que para la que no he podido encontrar una traducción literal pero es algo así como una niña cursi, o mimada entre los 6 y los doce años que usa vestidos primorosos de encaje con crinolinas.

 

Entre las expresiones comportamentales que encontramos en algunos relatos, está el sadismo, el masoquismo, el fetichismo, vouyerismo, urofilia, coprofilia, en algunos matices que los autores sajones llaman bondage, spanking, dildo training, babyism, lether, etcétera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feminización Forzada, Emperatriz Sissi y Petticoat Discipline

Los inicios de mi feminización forzada