Los inicios de mi feminización forzada
Por Evaith Horizon
Escrito el 17 de junio de 2010
Hola, les platico,
que este fue el hilo, (Feminización forzada, Emperatriz Sissi y Petticoat
Discipline) que como resultado en un buscador, me permitió llegar a este foro. (Círculo
BDSM de Argentina) Me encantó la
aportación de
Me parece que mi
vida está fuertemente ligada a lo que ahora conozco como feminización forzada.
En el inicio pasaba mucho tiempo soñando despierta. Sólo había dos personajes,
a los que años más tarde, llamé. “El niño enfermizo” y “la feminizadora.” Ambos
aparecieron en mis primeras fantasías o ensoñaciones antes de los cuatro años
de edad. Al principio yo les veía en mi imaginación y era como ver una especie
de representación teatral, en un foro oscuro donde solamente estos personajes
estaban iluminados. Ninguno tenía nombre. Él era un niño flaco de aspecto
debilucho. Ella… podría ser descrita como una mujer joven. Tal vez, una
adolescente, aunque en mi infancia posiblemente la pensara como una muchacha o
“chica grande”. Por razones que en ese momento me eran desconocidas (Y
posiblemente aún me lo son.) Ella se empeñaba en vestirlo de niña y en
obligarlo a que se comportara como una. Él ofrecía resistencia y se oponía,
pero ella era más fuerte, siempre era más fuerte. Parecía muy convencida y
segura de lo que hacía…
Supongo
que llegó un momento en que terminé identificándome con el niño, Ya que
entonces yo me sabía niño. Entonces yo era él y era a mí a quién feminizaban.
Conforme crecí. Mis fantasías crecieron y evolucionaron conmigo.
Las feminizadoras de
mis primeras fantasías eran muy seguras de sí mismas. Mostraban una
superioridad cordial. Su autoridad era inherente. (Como lo sería la de un
adulto a los ojos de un niño). No eran altivas, ni prepotentes. No eran
agresivas, ni violentas. No ejercían su autoridad desde el enojo. De hecho se
mostraban de muy buen ánimo. Eran sutilmente impositivas desde la cordialidad…
Hoy en día me sé y
me vivo mujer, tengo años viviendo como tal, pero aquellas primeras
ensoñaciones o sus secuelas, o consecuencias, no han terminado de manifestarse
en mi vida y de sorprenderme. Hace unos tres años emprendí lo que ahora llamó
mi “exploración sissy”, y en mi búsqueda de aprendizaje también me he ido
acercado al mundo del BDSM. Bueno, creo que ya me extendí demasiado. Dejémoslo
aquí. Ah, les dejo también parte de una ponencia sobre este tema, presentada
por
Besos
Evaith
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