PROPUESTA PARA UN ALBERGUE DE MUCHACHAS
Por Alejandra Zúñiga R.
México, D.F a 12 de diciembre de…
A
Miroslava, Beatríz, Gerardo, Leticia, Samuel
Mis compañeras y compañero, monitores
Como lo he
comentado con varios de ustedes, en diversos momentos. He encontrado una serie
de incongruencias en mis labores como monitora, en la Casa Albergue muchachas
extraídas de calle. CAMEC. Para empezar no me queda claro cuál es el modelo de
atención que se sigue y cuáles son sus propósitos, pues al parecer están operando
simultáneamente, al menos tres modelos diferentes.
El primero
englobado en la idea de que “la casa” es de las chicas residentes o usuarias,
que es una casa con puertas abiertas y de alguna manera una familia sustituta.
El
segundo, representado por el manual de operación que se me hizo llegar.
Y el
tercero, dado por las situaciones que realmente se dan en la casa, fruto de la
improvisación y del ensayo error.
Del
primero, encuentro incongruente que las usuarias puedan considerar que la casa
es suya, ya que no asumen responsabilidades dentro de la misma, ni tienen
capacidad de decisión respecto al manejo de la casa. Mi percepción, hasta
ahora, es que ninguna de las usuarias realmente siente que “la casa es suya”.
Respecto
al segundo modelo. Se me aclaró que el manual no se llevaba tal cual, pero la
intención era llegar a implementarlo gradualmente. Entre los objetivos de dicho
instrumento se mencionan entre otros, “que las adolescentes aprendan hábitos de
estudio, de higiene personal y costumbres que faciliten su reinserción social.”
Cuando a
estas adolescentes, en apariencia, sólo se les puede mover a la acción a base
de gritos y con una constante presión personal. Yo me pregunto. ¿En qué
sociedad se está pensando para su reinserción? ¿O que estado de neurosis se
pretende que alcancen para que puedan funcionar socialmente?
¿De qué
forma se puede cumplir el objetivo si el ambiente en el que se desenvuelven y
al que ellas mismas contribuyen está plagado de egoísmo, de apatía, de
sentimientos hostiles, de iniciativa mínima, si no es que nula?
¿Acaso
queremos enseñarles que, si no hay detrás de ellas alguien con un látigo en la
mano o que las interpele a grito pelado; no tienen razón, ni propósito para
moverse y hacer algo con su vida?
¿Cuál ha
de ser mi papel como monitora? ¿Nana, guía, supervisora, capataz o celadora?
¿Qué parte
de la responsabilidad esta puesta en las monitoras y que parte en las usuarias?
¿Estamos
asumiendo que las “adolescentes” son irresponsables e indignas de confianza? O
¿Estamos asumiendo que pueden ser responsables y hacerse cargo, gradualmente,
tanto de la administración de la casa, como de sus propias vidas?
Tal vez
mis planteamientos puedan parecer demasiado irreverentes a una labor que lleva
ya diez años y que seguramente ha tenido logros, razón por la cual sigue
existiendo. No pretendo demeritar la labor, ni los logros, tan sólo señalar que
si se busca y procura una mayor congruencia en el modelo de atención, los
beneficios y los logros puede aumentar.
La casa es
un modelo híbrido de estructura familiar e institución pública, y por momentos
me parece, que ambas tendencias se encuentran en pugna y se interfieren
mutuamente. Esta doble tendencia, podría utilizarse a nuestro favor para
enriquecer el ambiente en lugar de que resulte en nuestra contra y generadora
de neurosis.
Algunos de
los beneficios que se podrían esperar serían:
-Aprovechar las capacidades de las usuarias.
-Reducir los sentimientos hostiles en el ambiente.
-Disminuir el egoísmo.
-Propiciar la cooperación.
-Fomentar la iniciativa.
-Disminuir las confrontaciones físicas.
-Delegar sistemáticamente la responsabilidad del manejo de
la casa en las usuarias.
-Prepararlas efectivamente para una reinserción laboral.
-Qué la casa se convierta en un lugar de estancia, más
agradable para las usuarias.
-Que las monitoras lo sean efectivamente y no cualquier
otra cosa.
-Que la asistencia de las monitoras sea mínima para el
funcionamiento efectivo de la casa.
Estas son
solo algunas de mis inquietudes, surgidas de mis reflexiones y confusiones, de
mi observación en mi labor como monitora. Me gustaría si lo consideran
pertinente, armar una propuesta para conseguir los beneficios descritos, pienso
tomar algunas de las ideas del libro de S. Covey “Los siete hábitos de la gente
altamente efectiva” y generar además, un nuevo programa de rol de aseos más
cercano a los requerimientos de un ambiente laboral, más que doméstico.
La
intención de la propuesta es ser un borrador sujeto a modificaciones y
contribuciones. Ya que temo que estoy pobremente dotada para mantener un ritmo
de trabajo en las actuales condiciones. Aclaro que mi intención no es dejar mi
puesto, al contrario, hacerlo más efectivo y que tanto mis compañeras
monitoras, como las chicas usuarias y una servidora nos sintamos más a gusto.
Si estas líneas resultan a su juicio, ingenuas o utópicas, háganmelo saber, para no engañarme más, y mantener mi labor hasta donde las fuerzas me lo permitan y la neurosis me alcance. De alguna manera, esta labor, hace que la casa también sea mía. Sé que es “prestada” y no es para siempre, pero si me siento a gusto en ella y puedo hacer que otras se sientan a gusto, entonces, en realidad, sentiré que es mía
Atentamente.
Psic. y Sex. Alejandra Zúñiga.
PROPUESTA
DE AJUSTE DE MODELO PARA LA
CASA
ALBERGUE MUCHACHAS EXTRAÍDAS DE CALLE
Por Psic. Y Sex. Alejandra Zúñiga R.
Si a la
orilla del mar encuentras un hombre hambriento,
no le des un pez, enséñalo a pescar.
Proverbio
Quién
sabe cómo aprender, sabe lo suficiente.
Enrique
Adams.
Toda institución requiere ajustes de vez en cuando, para mantenerse al día y ofrecer el mejor servicio posible. Lo que fue útil en algún momento, puede que ya no lo sea, o puede ser que actualmente se cuente con nuevas herramientas que permitan hacer una labor más eficiente. Mantener y mejorar lo que funciona, por un lado. Descartar y modificar lo que ya no funciona, por el otro; es la intención de esta propuesta de ajuste.
Objetivos: fomentar cambios de actitudes y formas de
trabajo en las usuarias y personal de La Casa Albergue Muchachas Extraídas de
Calle, que propicien un ambiente óptimo, constructivo y propiciador de
aprendizajes útiles para las usuarias.
Método: Serie de cuatro pláticas con una duración de
aproximada de dos horas cada una y capacitación continua.
Las pláticas estarán
dirigidas tanto a las usuarias como al personal operativo y administrativo de
la Fundación, pudiendo o no coincidir en tiempo y espacio.
Primera plática: Los siete hábitos.
Resumen general de la propuesta de S. Covey en su libro los siete hábitos de la
gente altamente efectiva (Ver apéndice)
Tarea,
elaborar enunciado de la misión personal. Se trata de un breve escrito donde
cada persona expresa sus creencias o filosofía personales, el tipo de persona
que quiere ser en la vida; las aportaciones o logros que quiere
conseguir(hacer) y los valores principios que dan fundamentos a su ser y hacer.
Segunda plática: “Mi casa”
Tarea 1:
Contextualizar los objetivos de la Casa Albergue Muchachas Extraídas de Calle.
Alcances y limitaciones contenidas en la idea de “Esta es mi casa”.
Algunas ideas: La casa es un espacio de permanencia
temporal
La casa proporciona vestido, comida y techo.
La permanencia en la casa supone derechos y obligaciones.
La casa es un espacio de aprendizaje, un espacio para
prepararse para el
futuro.
Hacer
de la casa un hogar.
Tarea 2:
Elaborar enunciado de la misión institucional de la Casa.
Esto supone la participación de todas y todas, tanto las
usuarias como el personal de la casa, de acuerdo a los objetivos ya definidos
de la Casa.
Tercera plática: Las reglas de la casa, su
cumplimiento, incumplimiento y sus consecuencias.
Tarea1:
Esclarecer el papel de las monitoras, guías, operadoras o “tías”.
Exactamente ¿cuáles son sus funciones?
Mi idea, es ser un elemento de conciencia, apoyo y
asesoría. Recordarles a las chicas que es lo que tienen que hacer, ofrecer
sugerencias y consejos si cabe la posibilidad. Enseñar conocimientos y
habilidades de acuerdo a los objetivos de la Casa. Asistir en la administración
de las funciones de la casa.
Tarea2:
Presentación de las reglas que norman la convivencia dentro de la casa.
Parte engorrosa que supone la revisión de las normas y su
utilidad, tanto las contempladas en el reglamento que las chicas firman como
las contenidas en el manual operativo.
Quedarnos con las que sean esenciales y descartar las demás. Definir
cuáles serán las consecuencias por el incumplimiento de las mismas y su
aplicación.
Cuarta plática: Organización de la casa
con un esquema laboral.
Tarea 1:
Desarrollar el organigrama de puestos necesarios para administrar el
funcionamiento y aseo de la casa.
Si consideráramos la casa como un establecimiento
comercial. ¿Cuáles serían las funciones necesarias para mantenerla limpia y
cubrir las necesidades de las usuarias?
Algunas ideas:
Delegar
responsabilidad y autoridad en los puestos correspondientes Asignar usuarias a
los puestos por períodos de uno a tres meses a semejanza de los contratos
laborales.
Pensar en
el mínimo personal necesario para desarrollar todas las funciones.
Nombrar
una jefa de cocina.
Nombrar
una jefa de bodega de alimentos
Nombrar
una jefa de bodega de ropa
Nombrar
una jefa de supervisión de aseo
Nombrar
una comisión de supervisión
Nombrar
las asistentes necesarias para las distintas áreas.
Considerar
al resto de las usuarias como comodines
Designar equipos para la limpieza de las demás áreas, en el entendido de que se trata no únicamente de hacer el aseo una vez, sino mantener las instalaciones limpias por períodos de tiempo definidos y cuidar que las demás usuarias hagan uso adecuado de ellas
Tarea 2:
Asignación de puestos.
Considerando tomar en cuenta, tanto las voluntarias que
se ofrezcan, como apoyarnos en las usuarias que han mostrado ser las más
responsables y capaces.
Las capacitaciones, en los casos de los
puestos, suponen la enseñanza o revisión de la forma en que cada tarea es
desempeñada en los respectivos puestos. Estas capacitaciones se podrán hacer
sobre la marcha o en cursos específicos diseñados para ello.
Se propone una plática por
semana, ya sea que se imparta una sola sesión general o sesiones independientes
para usuarias y personal.
LOS SIETE HABITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA
S. Covey.
Resumido y Editado por Alejandra Zúñiga R.
Este libro propone una serie de cambios de actitudes
en nuestra existencia. Vivimos de acuerdo a una determinada visión (paradigma)
que tenemos de la vida. Si queremos ver la vida de otra manera, tenemos que
cambiar nuestra forma de ser, es decir, la manera en la que somos. Nuestras
formas de ver la vida, son como mapas de la realidad, pero nunca la realidad en
sí, si nuestro mapa es triste, depresivo o pesimista, veremos la vida de esa
manera, si nuestro mapa es entusiasta y optimista, veremos la vida de esa
manera. Pero el autor va más lejos, pues propone vivir la vida de acuerdo a una
ética de carácter, esto es, vivir de acuerdo a principios, que son como leyes
naturales, de esta forma más que dejarnos llevar por un mapa determinado, nos
guiaremos por una brújula: los principios y valores.
Propone también diariamente eludir
las conductas que generan energías negativas y propiciar aquellas que generan
energía positiva.
Propone cambios desde dentro de la
persona antes de pasar a los cambios externos que involucran las relaciones con
otras personas, el desarrollo de la madurez pasando de una posición de
dependencia a una de independencia hasta llegar a la etapa más madura: la
posición de interdependencia.
Otro concepto clave es el equilibrio
entre Producción y Capacidad de Producción ilustrado en la fábula de gallina de
los huevos de oro. Dónde los huevos representan la producción y mantener en
buen estado a la gallina representa la capacidad de producción, si nos
concentramos únicamente en los resultados, pero descuidamos a la gallina, hoy
tendremos oro, pero mañana ya no. Si consentimos a la gallina, pero no cuidamos
la producción, mañana no tendremos ni para dar de comer a la gallina, por lo
tanto necesitamos equilibrar la producción y la capacidad de producción, pensar
tanto en nuestras necesidades de este día, como mantener en buen estado a
nuestra “gallina” para que el día de mañana nos pueda seguir dando huevos de
oro.
Primer hábito: Responsabilidad
Covey se
refiere a él también con el término “proactividad” y significa básicamente
tomar responsabilidad por nuestra vida. Es decir, hay cosas que nosotras no
podemos elegir, tal vez nos hayan tocado circunstancias desagradables en
nuestra vida que no podemos cambiar, pero siempre podemos elegir como
reaccionar ante tales circunstancias y no permitir que nos influyan
negativamente.
Nos propone dejar de ser personas reactivas y tan sólo
reaccionar a las circunstancias. Si las circunstancias son buenas nos sentimos
bien, pero si las circunstancias son malas nos sentimos mal. Ser una persona
proactiva en lugar de reactiva supone llevar un propio “clima interior” formado
por los valores que hemos elegido para que nos protejan de las adversidades. Tú
puedes elegir como sentirte, si desgraciada o miserable o, contenta o
afortunada independientemente de las circunstancias. Este cambio no es sencillo
pero se puede lograr poco a poco, una forma de hacerlo en trabajar sobre el círculo de influencia reduciendo el
círculo de preocupación.
Segundo hábito: Liderazgo personal
Empieza con un
fin en la mente, empieza con una idea clara de la persona que quieres ser, eso
te permitirá reescribir el guion de tu vida identificando las distintas cosas
que puedes poner en el centro. La propuesta de Covey es centrar la vida en
principios, pues eso te dará seguridad, guía, sabiduría y poder. Diferenciar
entre liderazgo y administración a nivel personal, administrar es hacer las
cosas bien, liderar es hacer las cosas correctas, a veces nuestra vida se llena
de “hacer cosas”, y podemos hacerlas bien, pero no nos llevan a ningún lado, ni
nos hacen sentir mejor. El liderazgo personal comienza con hacer las cosas
correctas que nos harán sentir mejor. Aquí se trabaja escribiendo el enunciado de la misión personal.
Tercer hábito: Administración personal
Establecer
primero lo primero. Distinguir en nuestra vida las cosas que son importantes de
las que son urgentes. Aquí se trabaja de acuerdo a lo establecido en nuestro
enunciado de la misión personal, la “importancia”, entonces, tiene que ver con
los resultados, con las cosas que nos acercan a las metas que nos hemos fijado
en el enunciado de la misión personal. Las cuestiones importantes que no son
urgentes requieren más iniciativa, más proactividad. Tenemos que actuar para no
dejar pasar las oportunidades, para hacer que las cosas ocurran. Tener
iniciativa. Algo que nos puede ayudar en la casa es pasar de la delegación en
recaderos a la delegación en encargados esta última se centra en resultados no
en métodos, supone la comprensión clara y el compromiso mutuo, tanto de
usuarias como de monitoras.
Los hábitos del cuatro al seis
A diferencia de
los tres primeros que son más individuales están enfocados al trato con los
demás y suponen que la persona haya hecho avances en alcanzar la independencia,
pues los hábitos cuatro al seis conducen a la interdependencia. Para
conseguirla tenemos que ser confiables e inspirar esa confianza en los demás
para conseguir esto, Covey propone:
a. Comprender
al individuo
b. Prestar
atención a las pequeñas bondades y atenciones
c. Mantener los
compromisos
d. Aclarar las
expectativas
e. Demostrar
integridad personal
f. Disculparse
sinceramente cuando se comete una equivocación
Cuarto hábito: Beneficio mutuo.
Pensar en
ganar/ganar. Algunas personas van por el mundo con la idea de que para que
alguien pueda ganar otro necesita perder forzosamente. La intención aquí es
aprender que todas podemos ganar y buscar siempre este tipo de relación donde
ambas partes ganan o no hay trato. Consiste en pasar de una mentalidad de
escasez donde se ve la vida como si hubiera pocas cosas en ella y hubiera que
pelear por lo poco que hay, a una mentalidad de abundancia donde se considera
que en el mundo hay mucho para todas y pelear se vuelve innecesario.
Quinto hábito: Comunicación efectiva.
Buscar
comprender primero y después ser comprendida, es la esencia del respeto a los
demás. La necesidad que tenemos de ser entendidas es uno de los sentimientos
más intensos de todos los seres humanos. Este hábito es la clave de las
relaciones humanas efectivas y posibilita llegar a acuerdos de tipo ganar/ganar
Sexto hábito: Interdependencia.
Covey emplea
aquí el término sinergizar, que no significa otra cosa más que cultivar la
actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas divergentes produce
ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro de trabajo en
equipo y la innovación son el resultado de este hábito. La persona
verdaderamente efectiva tiene la humildad y el respeto necesario para reconocer
sus propias limitaciones y apreciar los ricos recursos que los corazones y las
cabezas de los otros representan. Dos personas pueden no estar de acuerdo y
ambas tener razón, aquí se promueve la búsqueda de terceras opciones, el
trabajo en equipo se vuelve más productivo que el trabajo individual aislado.
Séptimo hábito: Hábito de la mejora continua
Usar la
capacidad para renovarnos física, mental, espiritual y social/emocional y
mantenernos siempre en buena forma y en crecimiento constante. Como cuando
hacemos ejercicio físico, no basta con adquirir una buena condición,
necesitamos hacer ejercicio regularmente para mantenernos esa buena forma. No
basta con lograr convertirnos en una persona efectiva, necesitamos seguir
esforzándonos para mantener tal condición, tratar de ser cada día mejores
personas.
Algunos nombres se han modificado para protección de
los involucradas(os).
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