A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, METAFÍSICA DE UNA MUJER TRANSGÉNERO

Por Mtra. Alejandra Zúñiga R.

Buenos días, doy gracias a Raúl Arriaga a La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y La Escuela Nacional de Antropología e Historia a través del Centro de Estudios Antropológicos de Género Sexualidad y Etnicidad CEAGSE: Marinella Miano . Por la invitación a este evento.

Hace algunos años, estudié psicología y sexología. Podríamos decir que soy una mujer transgénero e hice un par de tesis sobre tema transgénero. Además de que por ocho años fui activista. Razones por las cuales, me parece, fui considerada para participar en este evento.

Sin embargo, terminé bastante desencantada de la investigación académica y del activismo. Hace años que no hago investigación científica y en los últimos años, no he trabajado clínicamente con población transgénero. Así es que, en ámbito científico, no tengo ninguna aportación nueva que ofrecerles.

Me parece que entenderán, porque recibí con sentimientos encontrados la invitación a participar en este evento. Y Raúl de inicio me había ofrecido una conferencia magistral. Eso me hizo dudar, pues verán si bien en el pasado participé en foros y conferencias, nunca tuve oportunidad de dar una conferencia magistral, y para mi ego, se me antojó. El problema como les decía es que desde lo científico no tengo nada nuevo de que hablarles. Y luego los temas de la infancia y adolescencia… Pues mira, le escribía yo a Raúl, sé algo de lo que he leído en Facebook, y puedo hacer algunas reflexiones, pero es algo que da más para una plática de café, no para una conferencia magistral…

 

Les podría hablar de mi experiencia personal. Pero la verdad, es que laboralmente, me ha ido bastante mal. Esto de los prejuicios contra el transgénero, me fastidió bastante en su momento, y aunque ya no es tema principal en mi vida, me dejó marca, y ahora con 50 años, las complicaciones son por edad. Conseguir trabajo en una Institución o empresa se vuelve muy, muy, muy difícil. Y eso de ser emprendedora, es algo que no se me termina de dar muy bien. Llevo varios años desempleada o subempleada. Pero ese es un tema bastante triste y deprimente del que no se me antojaba venir desde Guadalajara a platicarles.

 

¿Así es, qué de qué podía venir a platicarles?...

Pues mira, le escribía a Raúl, si quieres, les puedo platicar de algún tema espiritual, que es a lo que me he dedicado en los últimos años. Soy sanadora y maestra Reiki. El Reiki es una técnica de medicina alternativa, donde se sana con energía, principalmente por imposición de manos, y dedicándome a ello, es de lo que he comido en los últimos años.  Si quieres, aunque sé que no es algo científico, podría hablarles de algo así, como: “Si el alma tiene género…”

 

Yo pensé, que con eso; ya me habría librado del asunto, ¿pero que creen?... Qué estoy aquí.

Así es que entremos en materia. La ciencia es un paradigma o modelo, bastante útil, cuando se cuenta con información objetiva, y un conjunto de conocimientos y leyes ya probadas previamente. Pero cuando no se cuenta con información objetiva, y/o no tenemos un campo lo suficientemente desarrollado, las respuestas pueden ser bastante pobres, si es que las hay.

Siempre he tenido algo de filosofa aficionada. Y desde muy joven me hacía preguntas como: ¿Cuál es el sentido de mi vida? O ¿Por qué Dios me había hecho desear ser una mujer y me había dado un cuerpo masculino?... Son preguntas como esas, para las cuales la ciencia no resulta muy eficiente. Así es que, si yo quería respuestas tendría que buscarlas en otro lado.

Como la mayoría en México, fui educada en la religión católica, aunque como lo menciona un autor, era algo así como una “católica ocasional”, de las que van sólo a la iglesia con ocasión de la boda, con ocasión del bautizo, o con ocasión del velorio.

En mi juventud, con mi educación y formación científica, me volví un tanto escéptica. Pase de rezarle al “Diosito”, de mi infancia, representado en el crucifijo en la cabecera de mi cama. A sincerarme, en mi cinismo e irreverencia con “Chuchito” pa´ los cuates. Aunque eso sí, con mucha honestidad. Curiosamente, aunque, mis lecturas de Rius, me mostraron muchos de los errores de la biblia, eso no anuló mi creencia en Dios, al contrario, me mostraba, o al menos, así lo creí yo, un Dios más humano, un dios que podía cometer errores. Quizás, eso podría explicar, porque Dios había hecho que me gustará vestirme de mujer cuando yo me creía hombre. Se trataba por supuesto de un error, y no de algún tipo de broma perversa. Pues seguía creyendo que Dios, Chuchito, era un Dios amoroso.

Cuando la ciencia, los caminos de la lógica y el escepticismo ya no pudieron responder algunas de las preguntas que me hacía. Me topé con el esoterismo. El Tarot, fue mi puerta de entrada a ese mundo. Así es que a la par que seguía estudiando las corrientes psicológicas y terapéuticas en la licenciatura, me hice lectora de Tarot y comencé a aprender sobre campos afines, astrología, mancias, fantasmas, vida después de la muerte, experiencias extracorporales, percepción extrasensorial, karma y reencarnación. Todo ello, me dio otras perspectivas de la vida. Seguía creyendo en Dios, pero la imagen del Dios, judeo cristiano, empezaba a quedárseme chica.

En ese tiempo, hice las paces, con mi lado femenino, que tanto había negado y reprimido, y me acepté como una mujer transexual. Y fue el tiempo en que milité como activista transgénero. E inicie mis estudios como sexóloga. Más tarde me redefiniría como una mujer transgénero.

 

¡Aprender sobre estudios transculturales es maravilloso! Me quedó claro que este asunto del género es una construcción cultural, y que si la cultura cambia, cambia el género. Supe de la existencia de culturas con más de dos géneros. Entre las tribus, de indígenas norteamericanos, existían personas que nosotras(os) podríamos llamar, homosexuales, intersexuales, y transgéneros. Los colonos europeos, les llamaron “Berdaches”, en la actualidad, estas personas se han autodenominado “Dos espíritus”. Y una persona Dos espíritus, es una persona que tiene facultades para convertirse en Chaman, una persona que está a la mitad del camino entre hombres y mujeres, entre el mundo de los vivos y el mundo espiritual. Es venerada y respetada por la labor que realiza para su comunidad.

 

Están también algunos shamanes siberianos, de los cuales se cuenta, que en ocasiones un joven, recibe en sueños, las indicaciones de un espíritu guía, de volverse “un ser masculino blando” gradualmente, los espíritus, le dan indicaciones, para que trence sus cabellos al modo de las mujeres, vista ropa de mujer, renuncie a su comportamiento masculino y desempeñe un papel femenino en su comunidad. Los espíritus le están guiando para enseñarle el camino de la mujer. Para que sea un intermediario, entre dos planos cósmicos, la tierra y el cielo. Pertenecer sólo a un género, sería para estos shamanes, una limitación…

 

Un día, yo me encontraba un domingo, lavando mi ropita, y divagaba como suelo hacerlo en tales ocasiones. Mis reflexiones me llevaron en esa ocasión al tema de Dios y de términos que usamos para conceptuarlo. Omnipotente, omnividente, omnisapiente… Y me dije, si Dios tiene género y es hombre, eso sería una limitación, luego entonces, Dios no puede tener género…

Luego pensé, en el Dios del antiguo testamento, el Dios padre, Yavhe, o Jehová, es iracundo y vengativo. Mientras que el Dios del nuevo testamento, el Dios hijo, es todo amoroso y compasivo. El Dios Padre, en un momento promete una tierra que destila leche y miel, y ante una desobediencia de su pueblo elegido, previo contrato; está dispuesto a su destrucción, como si se le hubiera olvidado lo pactado. Y si me dicen, que Dios padre y Dios hijo son uno sólo y el mismo… Dios iracundo y vengativo, Dios amoroso y compasivo… Entonces o es bipolar o tiene esquizofrenia. Pero además me dicen que son tres, pues se trata de una trinidad, falta el Espíritu Santo, representado con una paloma… Tres en uno, ya está, pues entonces tiene síndrome de personalidad múltiple…

 

Seguí pensando en cómo había surgido el concepto de Dios, y recordé que después del animismo, Dios había sido mujer, pues al principio, hubo una muy larga era de matriarcado. Se veneraba entonces a la Diosa, la gran madre, o a los aspectos femeninos de la divinidad, manifestada en múltiples Diosas menores. Se trataba, por lo general, de cultos lunares y pacíficos.

Luego vinieron las invasiones de pueblos indo árabes, cuyos cultos estaban basados, en lo masculino, en dioses guerreros de inspiración solar y gradualmente se fueron apropiando de territorios e implantado su cultura e ideología, fue así como la imagen de la Gran madre creadora de la vida y el universo, fue relegada, al papel, de esposa abnegada. Si lo vemos desde ahí, al principio la imagen que teníamos de Dios, era femenina y después pasó a ser masculina, luego entonces resulta que Dios es trasexual, de femenino a masculino…

Un poco más en serio. Concluyo, que dios no tiene género, que puede tener ambos, o ninguno, así como tomar la forma y apariencia que se le pegue su regalada gana. Sigo creyendo en la Divinidad, pero como el Dios de la mitología Judeo Cristiana se me quedo chiquito, elegí creer en las manifestaciones femeninas de la Divinidad, Creo en una Diosa Madre, y creo en las Diosas.

A partir de aquí, cuando mencione a la Diosa o a Dios, que quedé claro que no me refiero, al Dios o dioses de la mitología judeo cristiana, sino a un concepto más amplio de la divinidad.

Me sigue pareciendo que la Divinidad, como, Dios o Diosa, es amorosa. No es una Diosa, castigadora, ni vengativa, no es una diosa señaladora de pecados, no es una Diosa que requiera adoración por falta de autoestima o, exigencia de gratitud. No es una Diosa impositiva. Es una Diosa amorosa que respeta nuestro libre albedrío.

 

Los antiguos griegos, llamaban “Physis”, o física, al mundo natural del cual se consideraban parte. Y cuyo campo actual de estudio está cubierto por lo que llamamos ciencia. Luego entonces la Metafísica, pretendía estudiar lo que estaba más allá del mundo de la física. Cosas intangibles, como el ser, los dioses y el alma. Y supongo, que hoy en día me acomoda mejor definirme como una mujer “Dos espíritus urbana”, aunque parezca una contradicción en sí misma. Aquí es donde intentaré explicar de forma breve, lo que mi búsqueda, estudios, exploraciones y divagaciones me han enseñado. No es una respuesta, ni una verdad absoluta, sigo teniendo dudas y sigo aprendiendo.

 

Somos seres espirituales con experiencias físicas, no seres físicos con experiencias espirituales. Nuestros cuerpos físicos tienen una existencia limitada, nacen y mueren, pero una parte de nosotros(as), nuestra esencia, a la que podemos llamar alma, no muere, no nace, es eterna e inmortal, como la Diosa, porque somos una parte de ella, eso es lo que algunas mitologías tratan de explicar cuando dicen que somos “hijos de Dios.” “Creados a su imagen y semejanza”.

Entonces esto de que yo sea una mujer con un cuerpo masculino. ¿Sí fue un error?... No.

A nivel divino, no hay errores en el Universo. Si eres una mujer con un cuerpo masculino, es porque tú, o específicamente tu alma, para esta manifestación física, que eres tú, así lo deseó.

Es decir, antes de nacer, tú, o tu alma, hizo una serie de elecciones. Elegiste, en que país nacer, tu nivel socieconómico, elegiste con que padre y con que madre querías nacer, si querías nacer como macho o hembra, con que preferencia u orientación sexual. Y algunos de los eventos más cruciales de tu vida.

Se dice que encarnamos para que podamos aprender, algunos autores dirían que encarnamos sólo para recordar, pues el alma, como una extensión de Dios, ya lo sabe todo, pero sólo mediante la vivencia corporal puede tener la experiencia. Así es que cuando encarnamos, olvidamos todo, sobre nuestra esencia y la vida espiritual.

¿Entonces, yo elegí ser una mujer transgénero?... ¿Por qué haría eso?...

Las razones específicas pueden ser varias y distintas para distintas personas. Una es que, eventualmente tenemos que reaprenderlo, o experimentarlo todo. Lo cual, nos lleva muchas vidas. En algún momento, todos hemos sido hombres, en otro, todas hemos sido mujeres, hemos sido pobres, ricos, erúditos, ignorantes, heterosexuales, homosexuales, bisexuales o asexuales, ateos, o creyentes, católicos, judíos, budistas. Hemos, o probaremos todo el repertorio de las posibilidades humanas. Ser transgénero, puede ser sólo otra opción disponible. Otro camino de aprendizaje.

 

Si elegimos todo eso antes de nacer, si estamos predestinadas(os) ¿Cómo es que tenemos libre albedrío?...

El plan prenatal para nuestra vida no está totalmente decidido como una línea recta, rígida e inmutable, es más bien como un árbol, con múltiples ramas que contemplan algunas decisiones importantes en nuestra vida. Siempre podemos escoger y decidir. A veces, hay circunstancias que no podemos cambiar, pero siempre podemos elegir como actuar y reaccionar ante ellas.

 

¿Entonces, mi alma, no es un alma de mujer, atrapada en un cuerpo de hombre? No.

No. Estrictamente las almas, a semejanza de la Diosa, no tienen género. Y toda alma tiene que experimentar tanto la vivencia como hombre, tanto la vivencia como mujer. Puede ocurrir, sin embargo, que en algún punto, una alma desarrolle cierta preferencia por encarnar en un cuerpo de macho o en un cuerpo de hembra.

A la mejor, Diosa me castigó por algo malo que hice en otra vida y me hizo nacer así. ¿Es eso posible?...

Esa es una pregunta interesante. Lo primero que tenemos que recordar es que Diosa no castiga. No importa lo que hagamos, Diosa no nos va a castigar por ello. Sin embargo, en el Universo, existen leyes. Y así como en el Universo físico, tenemos leyes como la Ley de la gravedad, “todo lo que sube tiene que bajar” en el Universo metafísico, tenemos leyes como el Karma, la palabra Karma, simplemente significa consecuencia. Luego entonces el Karma no es castigo, es solamente la consecuencia a nuestros actos, ya sea en esta vida o en otras. Sí, cabe la posibilidad, sólo por mencionar algunos ejemplos, si en una vida odiaste a los judíos, en muy probable que para tu próxima vida, nacer como judío sea tu opción; si en una vida odiaste a los homosexuales, es muy probable que para tu próxima vida, nacer como homosexual sea tu opción; si en una vida como hombre, odiaste a las mujeres, es muy probable que para tu próxima vida, nacer como mujer sea tu opción. En algunos casos, sí, pudiera ser que el que hayas nacido como una mujer transgénero, sea resultado de tu karma, hay alguna lección que tienes que aprender ahí, pero que quede claro que no fue castigo divino, sólo estás cosechando, lo que sembraste en algún momento.

¿Pero cómo puedo saber entonces, si en una vida pasada hice algo horrible y por eso ahora soy transgénero? ¿Y sobre todo… cómo puedo cambiar ese karma?...

Con frecuencia, conocer las razones, no es lo importante. Esa es posiblemente la causa, por la que de ordinario, no tenemos recuerdos de vidas pasadas, para que no tengamos preconcepciones y podamos entregarnos a la vivencia, digamos, de una forma más espontánea. Lo importante, es que hacemos con una circunstancia, una vez que se encuentra en nuestra vida. ¿Permitimos que nos obstaculice, torture y nos convierta en víctimas y/o en malas personas? ¿O la convertimos en una herramienta de transformación personal, que nos permita ser mejores personas, sin empoderamientos excesivos?...

 

¿Hay alguna misión especial o labor específica en este mundo que tengo hacer como mujer transgénero?

Estrictamente hablando, no. Puedes hacer con tu vida lo que quieras, es parte de tu libre albedrío. Tan sólo vive tu vida, según tus elecciones

 

Pero, ¿cómo puedo vivir la vida que quiero, si vivo en un país donde hay discriminación y odio hacia las personas como yo, dónde es tan difícil encontrar un trabajo por ser transgénero?

 

De nuevo, las condiciones de tu vida, fueron elecciones tuyas, o de tu alma, elecciones que decidiste enfrentar en esta vida, antes de nacer, para aprender o vivir, algún aspecto específico. Tal vez ser parte de una minoría oprimida y aprender a vivir con ello.

Pero entonces, ¿tengo que conformarme con ello y con las condiciones limitantes con las que vivo, acaso, no tengo que hacer algo para tratar de cambiar y mejoras las condiciones de vida de personas como yo? ¿Acaso es voluntad de la Diosa que sea así?

Diosa, no te obliga a nada, ni necesita que elijas en uno u otro sentido, puedes elegir hacer o no hacer, e incluso puedes elegir, no elegir, lo cual también termina siendo una elección y la manifestad de tu voluntad individual y libre albedrio. Diosa sólo espera eso, que manifiestes tu voluntad individual, libre albedrio y que vivas como tú quieras.

 

Pero mis circunstancias me limitan demasiado, vivir así es demasiado difícil, ¿y si elijo no vivir, y si elijo morirme?

Es una elección válida, puedes elegir morirte y terminar con esta vida, sólo ten presente, que las lecciones no aprendidas, tienden a repetirse hasta que las aprendas, es otra de las reglas del universo. Si no aprendiste una lección, es posible que repitas una vida similar, por un lado, con condiciones que te pueden parecer peores, y que sin embargo, te ofrecerán los elementos claves para que puedas lograr el aprendizaje deseado. Además ten presente, que tu vida no te planteara cosas irresoluble, si está en tu vida, es porque puedes con ello.

 

Pero hay cosas que no soy capaz de cambiar, sólo soy una humana. Hay cosas con las que simplemente, no puedo.

Sólo haz lo que puedas. Es muy posible que no te corresponda a ti cambiar las cosas, tan sólo poner tu granito de arena, y tratar de vivir lo mejor que puedas con las circunstancias que te tocó vivir y con tus elecciones a partir de ello.

 

Los caminos, de la parte de ti, que identificas como tu ego, y la “vida material” suelen ser un tanto distintos a los caminos de tu alma. Y sé que me vas a preguntar porque a veces tu ego parece querer cosas distintas a las que parece querer tu alma, eso es parte de la vida, supongo que tendrás que encontrar un balance, entre el camino del espíritu y el camino material. Sólo no olvides, cual es la parte eterna de tu ser, siempre que tengas duda o conflicto, pregúntale a tu corazón y busca dentro de ti.

Y como una posdata, tan sólo quiero recordarles.  Que espiritualidad y religión no son lo mismo. Y que la religión católica, no es la única religión, ni su Dios, el único Dios. Me parece que parte de la labor de una religión tendría que ser fomentar la espiritualidad, cosa que la Iglesia católica, que se apoderó del monopolio de lo divino, no está haciendo. La Iglesia católica, enseña dogma, no espiritualidad. La espiritualidad no la van a encontrar en un libro sagrado, ni en un templo, ni en un grupo de personas en específico, esa, la encontraran en todos los aspectos de su vida, es una experiencia personal e individual. Nadie, puede enseñárselas, tendrán que vivirla, como viven su vida. Les pueden mostrar la puerta, pero cada quien tendrá que elegir si entrar o no y cuando lo hace.

Creo que me desagradan los dogmas, ya sea que vengan de la sociedad, de la religión o de la ciencia, que a veces, también se pone cuadrada y dogmática. A lo largo de la historia, muchos prejuicios y discriminación se han justificado en los presupuestos de la ciencia del momento. Sé que varias de mis amistades, se han proclamado ateos(as) como una forma de sobrevivir, al odio, los abusos, la ignorancia, la imposición y la intolerancia de quienes dicen hablar y representar a un Dios de amor.

 Desde mi experiencia personal, sólo les puede decir, que ese no es un Dios de amor, es un “Dios de culpa y castigo.” No es un Dios, no es la Diosa, en la que yo creo. Me parece que no se tiene que renunciar a la idea de la divinidad o de lo espiritual, para acabar con el monopolio del Dios de la culpa y el castigo. 

La ciencia es muy útil en muchas cosas, pero no dejemos que se convierta en dogma y nos ciegue. No dejemos que en su nombre, se condene toda práctica espiritual, tachada de superstición, bajo la sentencia, de si “no es científico”, si no lo puede medir y predecir, entonces no es real, no existe. Porque entonces me parece que estaríamos privando de una parte importante de su herencia, a los niños, a las niñas y los jóvenes, y paradójicamente encaminándonos a un nuevo oscurantismo. Sobrevivimos ya un oscurantismo proclamado falsamente en nombre del Dios de amor, no vivamos ahora un oscurantismo proclamado en nombre de la verdad objetiva.

Por su atención, Gracias


Ciudad de México, 14 de octubre de 2016


Presentada en: V Coloquio Internacional Dimensiones Transgresoras: Travestis, Transgéneros, Transexuales e Intersexuales: Lo Trans-Lúdico Contrastante

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