Las divagaciones de Evaith: Del homo sapiens a los humanitos(as)…
Por Evaith Horizont
En la película de Star Trek de 1979, la inteligencia
artificial Vger, nos llama “unidades de carbono”. Y en uno de los comics
franceses, Proteo, una raza de hormigas gigantes adoradoras de la energía, nos
llaman, “veinte watts”, pues aluden que ese sólo nuestro ineficiente
rendimiento energético, por individuo…
El naturalista, “Carlos” Linneo, nos llamó a mediados siglos
XVIII, “homo sapiens” o el hombre que sabe, lo cual resulta una curiosa forma
de nombrar a la humanidad, “el que sabe” o “el que piensa”… Si pensamos en el renacimiento y en todo el
avance científico logrado entonces, así como el peso depositado en la razón. Es
entendible que los seres humanos de aquel entonces se ufanaran y
enorgullecieran con tal denominación…
Ahora, yo me pregunto, al pasó de los años, ¿no nos habrá
quedado tal denominación un poco grande?... No niego que a lo largo de la
historia de la humanidad ha habido algunos pocos individuos brillantes, que han
descollado y merecen dignamente ostentar el título, de “homo sapiens”, pero si
pensamos en términos promedio, no se me ocurre pensar que el ser humano
promedio destaque precisamente, por su inteligencia, su conocimiento o su
sabiduría.
Y llamarnos, “personas” tampoco nos hace un gran favor, si
pensamos que originalmente se nombraba “personna” a las máscaras utilizadas en
el antiguo teatro griego… Por un lado nos deja cierta sensación de falsedad,
aunque tal vez, por el otro, hay cierto simbolismo, cierta magia… aunque de
todos modos, queda en aparentar ser algo que no se es…
Se ha dicho, que como humanidad, somos una especie joven,
tal vez muy joven, apenas en el parvulario. Somos entonces como niños y niñas,
un tanto salvajes, ingenuos y malcriados. Eso sí, con un potencial enorme, que
podremos alcanzar, si no nos destruimos en el proceso de nuestra evolución.
En lo personal, yo suelo utilizar el término,
“humanitos(as)” que me recuerda nuestra juventud como especie y la promesa
potencial. Utilizo el plural, pues me parece que uno de los excesos que nos ha
dejado la era de la razón y el método científico, es creer que existe un ser
humano “estándar”, más o menos repetible y reemplazable uno por otro. Termino
por creer que es más lo que tenemos de individuos, que lo que tenemos en común
como miembros de una especie en común.
Me parece entonces,
que parte de nuestras concepciones sobre el ser humano, cuando nos pensamos
como miembros de la especie homo sapiens están algo erradas o son un tanto tendenciosas…
¿Cómo somos los humanitos(as)?...
En términos promedio, diría que somos egocéntricos, ingenuos
y bienintencionados. Creativos, aunque no precisamente inteligentes, cariñosos
y amorosos en pequeños grupos. Viéndolo desde ahí, creo que eso nos hace ser
bastante adorables como especie. ¿Dónde está el problema?...
Alguna vez, tuve oportunidad de observar una manada de
gatos. Eran las mascotas residentes en el hogar en el que generosamente me
permitían vivir, en aquel entonces, pude notar que cuando los animalitos
estaban bien alimentados, tenían sus areneros limpios y se les permitía vivir
de forma pacífica, eran en verdad criaturitas adorables que se antojaba acariciar
o meramente regocijarse en su observación. Sin embargo, en ocasiones, la plata
andaba algo escasa y la comida se demoraba o escaseaba en llegar, los areneros
hedían, y entonces los animalitos se ponían irritables violentos, y podían
convertirse en unos depredadores terribles…
He llegado a pensar que los humanitos(as), no somos muy diferentes
de aquella manada gatuna, cuando estamos bien comidos, bien aprovisionados de
casa y vestido, y nos sentimos parte de un grupo (nuestra manada) y amados, con
una sensación de bienestar, entonces podemos ser criaturas adorables… Sin
embargo, cuando nos encontramos hambrientos, menesterosos, carentes, lastimados
y no queridos nos podemos convertir en terribles bestias depredadoras, poco
menos que caníbales o monstruos sin escrúpulos.
Y he aquí, un triste hecho… me parece que la mayoría de los
humanitos, se siente lastimado o carente, en una u otra manera…
Y supongo, que como humanita, parte de esta especie, no soy
la excepción. En lo personal, (o en caso particular, ji ji) Me parece que me
gusta considerarme una “buena bestia”, a veces, más buena, a veces más bestia,
pero de eso hablaré en otro momento.
La reflexión final… si en vez de considerar portarnos y que
el otro o la otra se porte como homo sapiens, nos empezamos a ver como
humanitos(as)… y nos damos cuentas si nuestros platos y areneneros están
atendidos, tal vez nos sea más fácil entendernos y no nos destruyamos tratando
de ser… buenas personas.
Publicado
originalmente el 8 de febrero de 2016
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