¿Has perdido alguna vez el sentido de vida?...
Por Alejandra Zúñiga R.
Sí, me ha pasado, en ello estoy, entre otras cosas. Y a
veces me pareciera, que buscarlo es una tarea condenada al fracaso. Tal vez
estoy persiguiendo una quimera, algo que no es posible alcanzar. ¡No lo sé!
Habiendo sido Psicóloga, terapeuta y sanadora, conozco
muchas fórmulas y recursos. Me expareja se formó en astrología y algo le
aprendí. Soy Tarotista y algo sé de numerología. Ni el Reiki, ni los archivos
akáshicos me han ayudado, me han dado algunas respuestas, pero no me hacen
sentido del todo. No se sienten bien.
Y me sigo sintiendo pérdida y a la deriva. Sí, hay fórmulas
generales, con las que estoy de acuerdo. Estamos para vivir, para ser felices,
para amar y amarnos... Pero cuando la vida se vuelve tormento o una
interminable carrera de obstáculos, donde hay faena excesiva y vil cosecha.
Cuando tu existencia se ve amenazada y tus circunstancias
son harto hostiles, buscar la fugaz felicidad del momento suena a masoquismo
existencial. Puedo rehusarme a ser víctima, aunque pareciera que la elección
entonces, es solo elegir, como quiero vivir el sufrimiento del día de hoy.
Me parece que me amo, y puedo reconocerme como una persona
maravillosa, aunque eso no me sirve de mucho en el mundo que vivo, ni me
permite bienestar, ni cambiar mis circunstancias.
Me parece, que puedo amar y aceptar a los demás, tal y como
son, y si buscan dañarme solo pongo límites o pongo distancia de por medio.
Sí, en otro momento de mi vida quise cambiar a los demás,
todas mis profesiones estaban enfocadas a ello... Supongo que equivoqué la
vocación. Hoy solo trato de cambiarme a mí y dejo que los demás sean. Creo en
una Divinidad amorosa, eso ha sido todo un baile, como de tango.
Los modelos judeo cristianos se me quedaron chiquitos. Supongo
que la divinidad, me deja que aprenda a mi manera, pero no me lo hace fácil, ni
me da esclarecimientos totales, y a veces… No, el consuelo suficiente. Lo cual
a veces semeja un juego de adivinanzas, ensayo error, o las búsquedas del frio,
frio, caliente, caliente.
Supongo que tengo que aprender a ser más humilde. Intento
cambiarme porque si tan mal me siento y tan mal me va. Supongo que algo sigo
haciendo mal. Sí, supongo que en algún momento la vida me quebró, me rompió me
hizo pedazos. No tengo sueños, no tengo pasiones, los pocos gustos que pueda
tener no me dan para vivir de manera decorosa.
Supongo que aún no sé qué hacer con mis pedazos. Hay quien
dice, “Hay que buscarle un sentido a la vida, porque no tiene ninguno”… Jalil
Gibrán, el poeta libanes dice. “Desconozco la verdad absoluta, pero soy y
sincero en mi ignorancia, en ello radica y honra y mi premio. Supongo que entre
esos parámetros me muevo.
Y a veces… se me antoja tanto morirme… que todo termine ya…
Pero aquí sigo y seguiré un rato, no sé muy bien porque. Como lo comenté en
algún momento, leo, estudio y aprendo sobre Bioneuroemoción, por mi cuenta, por
eso llegué a este grupo.
Me encantaría estudiar el posgrado en línea, pero ni tengo
recursos para ello, ni recursos para costear otras terapias y apoyos. Y he de
reconocer que soy… “un hueso duro de roer”, como en el poema de Juan de Dios
Peza diría, “no me curo ¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.”
Brenda L, gracias por tu pregunta, me has hecho reflexionar
en esto, este día. Sí, sí me ha pasado, que no encuentro el sentido de mi vida.
Seguiré por aquí… buscando un rato… Y mientras aparece o
termina mi vida, lo que ocurra primero seguiré tratando de ser una mejor
persona y vivir mis circunstancias por terribles que sean, de la mejor manera
posible. Abrazos.
Escrito el 27 de
noviembre de 2019 como respuesta a un comentario en un grupo de
Bioneuroemoción.
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