Las divagaciones de Evaith, Del amor y el odio a la temporada navideña

Por Evaith Horizont

¡Amo la temporada navideña!... Hay muchas cosas para agradecer y es entendible porque tantas personas aman esta temporada.

Primero, la temporada navideña es un periodo de vacaciones para muchas personas… Y eso es muy disfrutable, más aun si están en un trabajo ingrato o aborrecible. O en el mejor de lo casos, con un trabajo que adoras, de todos modos.

Saber que tendrás tiempo libre para hacer lo que quieras y además te pagan por ello es maravilloso. Segundo, es una época de comida abundante y deliciosa. Para las celebraciones se pueden elegir platillos que son costosos y no siempre pueden realizarse, pero en esta época se puede dar el gusto.

Tercero, la mayoría de las personas andan de ánimo festivo y de celebración. Los adornos de luces son abundantes tanto en casa como en calle. Hay arbolitos decorados y nacimientos por todas partes.

Cuarto, es una temporada para convivir tanto con amistades como con familiares. Eso puede ser algo muy grato, compartir con los amigos y amigas o visitar a los familiares que no sé frecuentan mucho.

Quinto, ¡regalos! ¡Muchos regalos! El placer tanto de dar como de recibir… Me parece que eso es algo que siempre se disfruta, desde la infancia, hasta la senectud.

¡Ah!, y también se celebra el nacimiento de Cristo. No perdamos de vista que en sus inicios, la Navidad o Natividad, es una fiesta religiosa que conmemora el nacimiento de Cristo, y con él la promesa de un mundo mejor.

El maestro de Nazaret promovería el amor al prójimo, abrogando la antigua ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente. Navidad es entonces una época de recordar las virtudes cristianas, perdonar, olvidarse de viejas rencillas y fomentar el amor al prójimo. “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres (y mujeres) de buena voluntad”.

 

¡Odio la temporada navideña!... Es una temporada horrible… Si tienes el infortunio de estar desempleado(a) o subempleado(a), el que la mayoría de las personas salgan de vacaciones se traduce en una parálisis de la economía y de tus mermados ingresos.

Tendrás menos dinero que antes y más tristeza si tu evasión era refugiarte en el trabajo, por poco más de quince días, no tendrás nada que hacer.

Claro con suerte puedes conseguir un trabajo de temporada navideña. Eso significa que mientras la mayoría anda en fiestas y celebraciones, tendrás que trabajar, sabiendo que al principios de año. Estarás despedida(o), después de todo, era sólo un trabajo de temporada navideña.

Si el dinero anda escaso… no habrá regalos… A la gente le da por hacer intercambios de regalos en todas partes, y sin plata, creo que lo mejor es abstenerse y automarginase aunque le endilguen el título Grinch honorario. Va muy bien con ello hacer acres críticas a la sociedad de consumo y al sistema capitalista.

Y sin dinero no habrá tampoco comida abundante… tendrás suerte si hay comida y para de contar. Total, son sólo algunas semanas… En enero se reactiva la economía… no tendrás que esforzarte tanto en perder peso.

¡Convivencia!... Eso puede ser una pesadilla, si no tienes muchas amistades… o si no te llevas muy bien con los familiares…  Tal vez la soledad habitual esté raya durante el resto del año, pero en esta temporada, dónde a todo mundo le da por juntarse y convivir, recrudece la sensación de algo que siempre ha estado ahí.

¡Estás sola(o)!... Y a nadie le importas… Tal vez el resto del año puedas lidiar muy bien con ello, pero en esta temporada… mientras todos(as) andan en frecuencia “muégano” todos(as) juntas(os) y con miel. La sensación desoladora puede incrementarse y ser algo muy molesto.

¡Ah! Y finalmente este asunto de la celebración cristiana. Porque a la mejor no eres religioso(a) o creyente… Y hay tanto por donde se le puede tirar a la religión católica… Desde si cristo existió o no, o si en verdad nació en diciembre… Pero demos por hecho la existencia del Maestro de Nazaret, sus lecciones como filosofía de vida son maravillosas…

Es una lástima que muchos de sus representantes hayan distorsionado sus enseñanzas y hayan convertido a un Dios de amor, en un Dios de culpa, miedo y odio. En un Dios conquistador, que odia a quienes no sigue ciegamente su “proclamada verdad.”

Si ese es el nuevo mundo, que su nacimiento representa. Me parece que entonces tal esperanza se vuelve vana y vacía.

Con todo lo anterior, la temporada navideña puede ser como una tempestad, como una tormenta de la que hay que guarecerse, hasta que el mal tiempo amaine y venga la calma en enero.

Es deseable un refugio seguro, con la mejor comida que se pueda tener. El mal tiempo, sólo durará algunas semanas. Después vendrá la calma. A la gente se le pasara la fiebre navideña y volverá a sus rutinas. Y el mundo volverá a ser mundo.

Así es que si amas la navidad, Abrazos con mis mejores deseos, que tengas una muy ¡Feliz navidad y un muy prospero año nuevo!

Y si odias la navidad, Abrazos con mis mejores deseos, que el mal tiempo sea leve, que la temporada no te maltrate mucho, que los fantasmas de la soledad, el resentimiento y la amargura no te acosen demasiado, que tengas que comer, que en las noches frías, tengas calor en tu refugio, y en tu corazón, que puedas sacar valiosa enseñanza de las amargas experiencias, y que con renovada fuerza, puedas tener desde enero, un año mucho mejor.

Publicado originalmente el 15 de diciembre de 2015

 

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